Leemos constantemente que más del noventa por ciento de los negocios que se emprenden terminan fracasando. No podemos asegurar lo cierto del porcentaje que mencionamos pero de lo que sí estamos seguros, como abogados, es que en la mayoría de las ocasiones la no previsión de los riesgos, obligaciones y determinadas cuestiones jurídicas trae consigo sorpresas y problemas muy difíciles de sortear.
Antes de poner en marcha debemos entrar a valorar una serie de cuestiones que, en la mayoría de los casos, van a definir el éxito o no del proyecto.
Deben tenerse en cuenta las circunstancias iniciales del equipo emprendedor, capacidad de solvencia, necesidad de mayor o menor inversión, la configuración del plan de negocio, contar con todas las obligaciones y gastos que asumimos en el momento en que iniciamos nuestra andadura como empresarios.
Es importante elegir con criterio la forma jurídica de nuestra empresa antes de poner en marcha nuestra startup, el funcionamiento de una sociedad limitada (SL) y de una sociedad anónima (SA) es totalmente distinto, igual que lo es la constitución de cada uno de estos tipos de sociedad y también el desembolso inicial que hay que realizar para su constitución.
Se debe tener en cuenta la normativa vigente que pueda afectar a cada negocio. No es lo mismo vender ropa de deporte que vender cosméticos o vender servicios de consultoría. Dependiendo de cual sea nuestro producto o servicio, vamos a tener que actuar conforme a una normativa o legislación especial que va a constituir elemento esencial para nuestra actividad (véase deliveroo o glovo con inspección de trabajo).
Debemos contar con que, desde el momento en que nuestra startup esté constituida aparezca inscrita en el Registro Mercantil, se devengan una serie de obligaciones tributarias y mercantiles tales como la declaración y pago de impuestos correspondientes, o la llevanza de los libros mercantiles.
Son muchas las cuestiones a tener en cuenta cuando nos decidimos a poner en marcha nuestra startup, cuestiones que van más allá del propio modelo de negocio o de dar con el mejor producto o servicio posible; cuestiones que normalmente están en un segundo plano de índole jurídica o administrativa y que constituyen un pilar esencial para la viabilidad y éxito del proyecto.
Si estás pensando en emprender y necesitas ayuda, en Lecover somos expertos en derecho mercantil y tenemos una dilatada experiencia en estructuras empresariales y constitución de sociedades, puede ponerte en contacto con nosotros por email a hola.lecover@gmail.com, en el teléfono 608502382 o por medio de nuestro formulario de contacto.
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