NOTICIAS | Los bufetes de Abogados y la Inteligencia Artificial Generativa
Hace unos días se publicaba la Guía que ha emitido el Colegio de Abogados de Nueva York (New York City Bar Association) en relación al uso de herramientas de Inteligencia Artificial Generativa (IAG), por parte de los despachos de abogados.
Antes de Nueva York habían hecho los propio las asociaciones de Abogados de Florida y California.
En todos ellos se coincide en los riesgos que entraña el empleo de herramientas de IAG en los bufetes de abogados, y, al mismo tiempo, el cambio de paradigma que supone.
Lo cierto es que en los últimos meses hemos venido escuchando de forma constante como firmas de servicios profesionales y despachos de abogados desarrollan sus propias herramientas de IAG, o invierten en soluciones que permitan trabajar de forma más ágil y eficiente. Sin embargo, los riesgos no son pocos y asi lo manifiestan quienes siempre van un paso por delante en casi todo, pero siempre en lo relativo al Derecho de los Negocios y la práctica del derecho.
Las conclusiones a las que llegan los Colegios de Abogados de Florida, California y Nueva York coinciden, y se centran principalmente en tres pilares (en lo que al ejercicio de la abogacía se refiere):
· Procurar el secreto y la confidencialidad de las informaciones de los clientes: Los Colegios indican que los abogados no debemos (los americanos, en este caso, por ser a quienes van dirigidas las Guías – pero todos sabemos que lo importaremos de una forma u otra y más pronto que tarde) introducir informaciones de clientes en plataformas que no cuenten con las medidas de seguridad y confidencialidad adecuadas; debiendo también revisar los términos de uso y la utilización que la plataforma puede hacer de la información que se le suministre.
En el mismo sentido se menciona la recomendación de informar al cliente del empleo de herramientas de IAG en el trabajo a desarrollar en la prestación de servicios y su representación. Alguno de los colegios mencionado, recomienda incluso obtener el consentimiento formal del cliente tras haberle informado debidamente del empleo de Inteligencia Artificial por parte del abogado o del despacho.
· Garantizar honorarios razonables: El empleo de herramientas de IAG hace el trabajo de los abogados mucho más eficiente. Sin embargo, el empleo de estas tecnologías no debe incrementar el coste de los servicios profesionales.
El Colegio de Abogados de Nueva York llega a indicar expresamente que “si bien un abogado puede cobrar a un cliente por el tiempo razonable dedicado a la investigación y redacción de casos específicos cuando utiliza IA generativa, el abogado debe tener cuidado de no cobrar por el tiempo dedicado a desarrollar una competencia mínima en el uso de IA generativa”.
· Cumplir con los estándares de ética y publicitarios.
En España, según publica El Confidencial, el Colegio de Abogados de Madrid estaría preparando una Guía Práctica sobre el uso de la Inteligencia Artificial en la abogacía.
La realidad es que las herramientas de IAG ya forman parte del día a día de muchos despachos de abogados y es una tendencia que va en aumento.
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